Juan Mayorga realiza una propuesta interesante en el que el tablero de ajedrez está presente durante la obra. El match por el título mundial Spassky - Fischer (1972) celebrado en Reikiavik sirve de hilo conductor para que el autor nos transmita su mensaje:
"Reikiavik es una obra sobre el ajedrez, ese arte que , como la vida misma se basa en la memoria y en la imaginación. Es una obra sobre la Guerra Fría.Y es una obra sobre hombres que viven la vida de otros. Quizá también sea una obra sobre usted- pero si se decide a jugar, no nos diga quien es usted; no le creeremos. " .
El ritmo en la interpretación es vivo , intenso y no decae. Los actores (Cesar, Daniel) realizan diferentes papeles que el espectador sabrá identificar bien por el contexto, por su posición en el escenario o porque llevan una determinada prenda. Por ejemplo , Fischer lleva siempre una gorra ,su asesor una bufanda blanca, Spassky un sombrero, ...
Me ha gustado por su originalidad, evidentemente quien haya leido sobre este match le sacará más partido a la obra, aunque no es ni mucho menos necesario para seguirla y disfrutarla , ya que la representación del mismo es tan sólo una excusa para jugar a "Reikiavik".
"Reikiavik es una obra sobre el ajedrez, ese arte que , como la vida misma se basa en la memoria y en la imaginación. Es una obra sobre la Guerra Fría.Y es una obra sobre hombres que viven la vida de otros. Quizá también sea una obra sobre usted- pero si se decide a jugar, no nos diga quien es usted; no le creeremos. " .
El ritmo en la interpretación es vivo , intenso y no decae. Los actores (Cesar, Daniel) realizan diferentes papeles que el espectador sabrá identificar bien por el contexto, por su posición en el escenario o porque llevan una determinada prenda. Por ejemplo , Fischer lleva siempre una gorra ,su asesor una bufanda blanca, Spassky un sombrero, ...
Me ha gustado por su originalidad, evidentemente quien haya leido sobre este match le sacará más partido a la obra, aunque no es ni mucho menos necesario para seguirla y disfrutarla , ya que la representación del mismo es tan sólo una excusa para jugar a "Reikiavik".